Un viaje épico: Posadeño recorrió la Ruta 40 en una moto de 110cc y llegó hasta el fin del mundo

Diego llevó su pasión al extremo: recorrió la mítica Ruta 40 desde Posadas hasta Ushuaia en una moto de baja cilindrada.

En un país donde los paisajes parecen infinitos y los desafíos están a la vuelta de cada curva, Diego llevó su pasión al extremo: recorrió la mítica Ruta 40 desde Posadas hasta Ushuaia en una moto de baja cilindrada. Su compañera de ruta, una humilde Motomel 110, lo acompañó durante dos meses y un día en un viaje que no solo puso a prueba su resistencia física y mental, sino también la capacidad de la pequeña máquina para enfrentar la inmensidad de Argentina.

El viaje no fue solo una aventura personal, sino un desafío logístico donde cada kilómetro recorrido representó una victoria. Atravesó caminos de ripio en la Patagonia, soportó temperaturas bajo cero en Santa Cruz y lidió con los imprevistos mecánicos que suelen acechar a quienes eligen la ruta como su destino. Sin embargo, el espíritu del viajero pudo más: cada amanecer en la montaña, cada atardecer junto a un lago y cada encuentro con otros motociclistas reforzaron su convicción de que la libertad sobre dos ruedas no tiene precio.

Tras llegar a Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, Diego emprendió el regreso por la Ruta 3, cerrando así un círculo perfecto. Documentó toda su travesía en redes sociales, donde miles de seguidores siguieron cada etapa de su viaje, compartiendo su emoción y su esfuerzo. “Sin el apoyo de mi familia y de la gente que me alentó, esto no hubiera sido posible”, confesó en una entrevista exclusiva con FM Sol. Durante la conversación, Diego relató los momentos más difíciles de la travesía, pero también la emoción de llegar al fin del mundo con su fiel Motomel.

La travesía duró 61 días y estuvo cargada de obstáculos y desafíos. De Jujuy hasta Tierra del Fuego, Diego realizó más de 12.000 kilómetros para cumplir con su misión.

Desde el calor de Misiones hasta el frío extremo de Tierra del Fuego, su historia es una inspiración para aquellos que sueñan con recorrer Argentina en moto. Porque, como él mismo dice, “la cilindrada no define la aventura, sino las ganas de vivirla”.