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Transporte de cargas en Misiones

Advierten por camiones parados, tarifas rezagadas, altos costos y rutas deterioradas

Transporte de cargas en Misiones

Advierten por camiones parados, tarifas rezagadas, altos costos y rutas deterioradas

El dirigente de la Cámara de Empresarios Misioneros de Autotransporte de Cargas (CEMAC), Gabriel Silva, repasó el escenario que dejó 2025, los efectos de la desregulación, la caída de la actividad y los desafíos que enfrenta el sector de cara a 2026.

El transporte de cargas en Misiones cerró 2025 atravesado por un proceso de transición, con impacto directo de la desregulación, aumento sostenido de los costos y un nivel de actividad que no evidenció signos de recuperación en la provincia. Así lo señaló Gabriel Silva, quien presidió la Cámara de Empresarios Misioneros de Autotransporte de Cargas (CEMAC) hasta noviembre y continúa integrando la comisión directiva.

“Fue un año de transición. Veníamos de un período muy complicado y tuvimos que hacer una reestructuración total por la caída de varios servicios y por la desregulación, que nos obligó a readaptarnos”, explicó Silva al hacer un balance del año.

El dirigente indicó que, durante varios meses, el sector operó en un escenario de incertidumbre normativa. “No teníamos un marco legal claro en temas como licencias, controles psicofísicos o cómo salir a la ruta a trabajar”, señaló, y agregó que recién con el correr del tiempo “las reglas se fueron acomodando”.

A ese contexto se sumó la baja del nivel de actividad económica, que tuvo un impacto directo en el transporte. “Claramente la caída de la actividad, sobre todo en la provincia, incrementó la cantidad de camiones y choferes parados”, afirmó Silva. Según detalló, las tarifas no acompañaron la suba de los costos, lo que colocó a muchas empresas en una situación ajustada. “Nuestros asociados están muy preocupados porque no se ve una reactivación temprana”, advirtió.

En relación con los costos operativos, precisó que entre enero y noviembre el índice del sector acumuló un incremento cercano al 34%, por encima de la inflación. “El sueldo y el combustible son los componentes más importantes, y el combustible no deja de aumentar”, sostuvo, y mencionó que solo en noviembre el ajuste fue del 2,65%. “La tarifa no acompaña esos aumentos y los márgenes se reducen mes a mes”, agregó.

Sobre el mantenimiento de las unidades, Silva señaló que, si bien algunos precios se acomodaron por la menor demanda, los repuestos y neumáticos continúan subiendo. “No están en valores exorbitantes como en otros momentos, pero siguen aumentando constantemente”, explicó.

El estado de las rutas fue otro de los puntos centrales del análisis. “No existe mantenimiento sobre las rutas nacionales y el deterioro es cada vez mayor”, alertó. En ese sentido, remarcó que el mal estado de los caminos incrementa los costos por roturas y desgaste de las unidades. “Hoy da miedo salir a la ruta en algunas zonas”, sostuvo, y mencionó especialmente la situación de la Ruta Nacional 14 y otros corredores utilizados por el transporte de cargas.

Silva señaló que el sector aguarda la definición de concesiones viales. “Estamos esperando las licitaciones y que se adjudique algún operador, con peajes razonables y un servicio acorde, para poder circular con mayor seguridad y menos roturas”, indicó.

En materia de seguridad, subrayó que los riesgos no se limitan a lo material. “Los fierros se arreglan, pero las vidas que están en juego no”, afirmó, y destacó la importancia de la capacitación permanente y de los controles médicos. “Desde la Cámara siempre hacemos hincapié en preparar a los conductores para lo inesperado”, remarcó.

Respecto a la desregulación del sistema de formación y control, consideró que el proceso fue abrupto. “Fue un golpe fuerte, muy brusco, y generó mucha incertidumbre”, señaló, aunque aclaró que actualmente “se volvió a armar un sistema más sólido, con menos carga horaria, pero con contenidos mínimos para que el conductor salga seguro a la ruta”.

Sobre la relación entre oferta y demanda, describió un escenario de exceso de camiones frente a una demanda en retroceso. “Creció mucho el parque automotor en años anteriores y hoy, con menos carga, quedan muchas unidades paradas”, explicó. Advirtió que esto empuja a una baja de tarifas que no contempla todos los costos. “Si solo se cubren los costos variables y no la amortización del vehículo, a la larga el sistema no es sostenible”, sostuvo.

De cara a 2026, Silva se mostró expectante ante una posible reactivación. “Creo que el segundo semestre del año que viene podría marcar un cambio, pero es una apreciación personal”, aclaró. En ese marco, afirmó que el nivel de actividad será el factor determinante. “El mercado va a dictar el precio y, de ahí para adentro, cada empresa tendrá que ordenar sus costos”, señaló.