
Supermercadista misionero advierte que comenzaron a llegar listas de precios con aumentos de alrededor de 5%
El aumento del dólar comenzó a trasladarse a los precios en las góndolas
Lucas Kerps, propietario de una cadena de supermercados con cinco locales en Posadas, señaló que la suba del dólar comenzó a trasladarse a los precios de las góndolas, aunque no en la misma proporción. Indicó que recibieron nuevas listas con incrementos de alrededor de 5% en productos elaborados con harina de trigo y también lácteos. Explicó que proveedores de comestibles aumentaron precios, pero lo compensaron con bonificaciones. Indicó que el consumo “viene a la baja desde inicios de año”.
El aumento del dólar comenzó a trasladarse a los precios en las góndolas. Por ahora, el pase a precios del nuevo tipo de cambio, más cerca de los 1.450 del techo de la banda que de los 1.150 en los que se ubicaba hace apenas unas semanas, es progresivo y no afecta a todos los productos.
Lucas Kerps, uno de los propietarios de Supermercados Kerps, indicó que “ya hemos recibido alguna lista con algunos ajustes que andan alrededor del cinco por ciento. No en todo, principalmente en farinados hemos visto un leve movimiento, todo lo que sea derivado del trigo. En lácteos también hemos recibido listas con aumentos en productos muy elaborados como postres, flanes y yogures, pero por ejemplo en la leche líquida el precio sigue igual”, señaló en diálogo con Radioactiva.
Destacó que mientras el dólar aumentó alrededor de 15%, los precios se movieron 5% y solamente en líneas de productos puntuales.
Otro comportamiento que notó Kerps es que varios de sus proveedores de alimentos presentaron listas de precios con aumentos, pero los compensaron con promociones o bonificaciones, de modo que esas subas en los precios no tienen todavía impacto real en el bolsillo del consumidor. “Pero hay que atajarse porque donde se quita la bonificación o la acción comercial por parte de fábrica, el precio termina impactando en aumento en la góndola”, advirtió.
El comerciante observó que ante las dificultades para mantener sus niveles de ventas, los industriales son reticentes a mover los precios, entonces generan bonificaciones con la expectativa de que el dólar vuelva a bajar.
“El industrial probablemente quiera tener un grado de confianza y decir ‘voy a generar una bonificación de manera tal que los precios queden igual al mes pasado y si el dólar no llegara a escalar o llegara a tener a una leve baja entonces sostengo la bonificación. Pero si el dólar llegara a seguir escalando o se sostiene, entonces sí se verá un traslado directo a los precios en góndolas. También el industrial tiene una realidad, tiene una baja demanda, el consumo viene a la baja en todo lo que va el año y también lo sabe el industrial de que tiene que tratar de ver cómo gana terreno cómo gana mercado”, analizó.
Lamentó que las cadenas de producción en Argentina tienen una alta dependencia de productos importados, lo que las vuelve susceptibles a cualquier movimiento del tipo de cambio.
“La producción de insumos en Argentina sigue siendo muy débil, sigue habiendo un gran porcentaje de insumos importados dentro de los productos de la canasta básica de los argentinos y cuando el dólar se mueve indefectiblemente el producto final tiende a moverse. Entonces también hay una realidad de qué podemos esperar, si el dólar se movió en estas últimas semanas quiere decir podemos llegar a ver una tendencia de precios alcistas en las góndolas en algunas líneas de producto”, anticipó.
Reconoció que, mientras la suba de los precios en el mercado local se mantenga por debajo de los porcentajes en los que aumenta el dólar, mejora la situación del comerciante misionero frente a sus pares de Paraguay y Brasil. “Si lo pensamos crudamente nos es beneficioso porque al argentino le va a salir más caro a comprar afuera con un dólar que aumenta, entonces en ese sentido podemos llegar a ver probablemente en los próximos días con un dólar a este valor de que no veamos tantas filas en los cruces fronterizos”.
Destacó que los aumentos que se están recibiendo ahora en las listas de precios, llegan luego de un período largo (para los estándares de Argentina) de relativa estabilidad y consideró que acciones del Gobierno nacional, como la baja de retenciones, podrían tener efectos positivos duraderos en la producción que repercutirán en una mayor oferta de productos y baja de precios a largo plazo.
Indicó además que en los últimos meses se nota una tendencia clara: los clientes dejaron de hacer compras en grandes volúmenes. Lo atribuyó a dos factores: la baja en la inflación y el escaso dinero circulante.
Explicó que cuando la inflación era mucho más alta, convenía comprar en grandes cantidades para adelantarse a los aumentos en los precios, de esa manera los compradores podían hacer una diferencia a su favor, pero al reducirse la inflación mensual, ya no resulta tan conveniente adelantar compras.
Estimó que la caída del poder adquisitivo también dificulta las compras en grandes volúmenes. “Veo también que hay poco circulante dinero, está costando juntar el efectivo en la calle”, indicó.
Fuente: https://misionesonline.net