
Reordenamiento en el Gabinete provincial
Los cambios ya están definidos, el más significativo: Carlos “Kako” Sartori, como ministro coordinador del Gabinete.
Por Fiorella Del Piano
Reordenamiento con rumbo claro en el Gabinete provincial
Las recientes modificaciones en el Gabinete provincial no responden a movimientos improvisados ni a simples retoques formales. Según averiguaciones de este medio, se trata de decisiones políticas con sentido estratégico, orientadas a fijar prioridades y consolidar una metodología de gestión en un escenario nacional complejo y adverso.
Aunque aún restan los decretos ratificatorios, los cambios ya están definidos. El más significativo es la designación del intendente de Campo Grande, Carlos “Kako” Sartori, como ministro coordinador del Gabinete. La decisión expone con claridad el esquema de trabajo que impulsa el Ejecutivo provincial: articulación directa y permanente con los intendentes.
Sartori es un dirigente ampliamente valorado por sus pares, con trayectoria y experiencia en la gestión municipal. Su perfil —marcado por el diálogo, la ausencia de estridencias y una reconocida capacidad de resolución— anticipa un modelo donde los jefes comunales dejan de ser meros ejecutores para transformarse en actores centrales del proceso de toma de decisiones, con impacto directo en la vida cotidiana de cada localidad misionera.
Los cambios también alcanzan al Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Fernando Meza, donde se incorporan como subsecretarios Manuel “Manolo” Sánchez y Astrid Baetke, en áreas consideradas estratégicas para la gestión social. Estas designaciones apuntan a fortalecer el funcionamiento del Estado y mejorar la calidad de las políticas públicas.
Baetke, exdiputada provincial recientemente finalizado su mandato, fue elegida para conducir la Subsecretaría de la Juventud, destacándose por su trabajo legislativo y su articulación con la Mesa de Mujeres Renovadoras. En tanto, Sánchez asumirá la Subsecretaría de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, tras una extensa labor en el Ministerio de Desarrollo Social como coordinador operativo, con foco en la planificación y ejecución de programas sociales y asistenciales.
De acuerdo a distintas fuentes consultadas, estas designaciones forman parte de una primera etapa de reconfiguración del Gabinete del gobernador Hugo Passalacqua en la segunda mitad de su mandato. Una segunda tanda de cambios está prevista para marzo, lo que revela una estrategia gradual y cuidadosamente planificada.
Este proceso se da en sintonía con el recambio parlamentario del pasado 10 de diciembre en la Cámara de Representantes, donde se expresó con nitidez una nueva etapa política definida como “Misionerismo Neo”, basada en el diálogo, la construcción de consensos y una gobernabilidad firme sin resignar identidad. Desde el Frente Renovador se planteó con claridad que gobernar también implica integrar, escuchar y articular con los espacios opositores dispuestos a trabajar por el bienestar de Misiones.
Un gesto simbólico ocurrido durante esa sesión especial reforzó este mensaje: el saludo de Carlos Rovira a todos los legisladores opositores, una escena poco habitual en el contexto político nacional, marcado por la confrontación permanente. En contraposición, Misiones ratifica una forma de hacer política apoyada en el consenso, la concordia y el diálogo institucional.
En esa misma línea se inscribe la asunción de Sebastián Macías como presidente de la Cámara de Representantes. Con un perfil técnico, moderno y dialoguista, su designación anticipa una legislatura abierta, estable y enfocada en soluciones concretas, lejos de la confrontación estéril y con la institucionalidad como eje central.
La gestión de Passalacqua profundiza así un modelo basado en la cercanía territorial y el orden administrativo. Mientras el país atraviesa recesión, incertidumbre y conflictividad, Misiones apuesta a la estabilidad y la previsibilidad, sustentadas en el conocimiento del territorio y una administración responsable de recursos limitados. En este esquema, el rol de los intendentes resulta clave para abordar los desafíos de la economía real: empleo, energía, infraestructura, salud, seguridad y producción.
El clima de diálogo impulsado por el Misionerismo Neo permitió además entendimientos políticos con otros espacios, como La Libertad Avanza y Por la Vida y los Valores, diferenciándose de sectores con vocación desestabilizadora y consolidando un marco de concordia institucional.
Este proceso tiene un articulador central en la figura de Carlos Rovira, quien desde un rol estratégico impulsa el diálogo con la Nación, reclamando con firmeza el pago de deudas pendientes con Misiones y el respeto a su autonomía. Consenso, en este esquema, no significa sumisión, sino inteligencia política.
En paralelo, el Gobierno provincial no desconoce la gravedad del momento nacional. En ese contexto, esta semana se conoció una decisión concreta: la priorización del pago del aguinaldo a los trabajadores, postergando el cobro de los funcionarios jerárquicos, una señal política clara frente al ajuste impulsado a nivel nacional.
Gestión, diálogo y territorio emergen así como ejes que comienzan a materializarse en decisiones concretas. Un reordenamiento que busca devolverle sentido a la política y acercarla nuevamente a las demandas reales de la sociedad misionera.