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Ralf Frank: “Hoy la madera de plantaciones resinadas es perfectamente utilizable y rentable para los aserraderos”

Ralf Frank en su exposición tomó el rol de comparar la viabilidad financiera de los proyectos de producción de madera y resina

Ralf Frank: “Hoy la madera de plantaciones resinadas es perfectamente utilizable y rentable para los aserraderos”

Ralf Frank en su exposición tomó el rol de comparar la viabilidad financiera de los proyectos de producción de madera y resina


En el marco de las jornadas técnicas de la 1ª Expo Foresto-Industrial, realizada el viernes 27 de junio en el nuevo Parque Industrial de Ituzaingó, en Corrientes, el contador público Ralf Frank, fundador y socio de la empresa Agroforestal Oberá SRL, participó de un panel junto al gerente de la planta industrial del Grupo Henn (Mocoretá).

Ambos emprendimientos, de capitales de origen misionero, compartieron su visión sobre la cadena de valor foresto-industrial. La charla fue moderada por el productor resinero de la cuenca de Paso de los Libres, el ingeniero agrónomo Marcelo Carbonell, gerente de Resicor.

«Arctuamente la Argentina se ubica como el quinto productor mundial de resina, con la producción de 55 mil toneladas año. El 90% del total de la producción lograda está concentrada en Corrientes, y un 10% entre Misiones y Entre Ríos», precisó en su introducción Carbonell. «La resina se extrae de una 36 mil hectáreas de plantaciones de pino elliotti, es decir de unos 20 millones de árboles destinados a la producción de resina en la provincia en distintas cuencas forestales», agregó.

Con un enfoque técnico y económico, Ralf Frank en su exposición tomó el rol de comparar la viabilidad financiera de los proyectos de producción de madera y resina, y puso el foco en desmitificar un conflicto histórico del sector: la supuesta inutilidad de la madera resinada para el aserrado.

“Debemos remontarnos al origen del problema, que efectivamente existió, pero que hoy ha sido superado gracias a los avances en las técnicas de extracción de resina”, afirmó.

En su charla, Frank dejó en claro que la innovación técnica no solo mejora procesos, sino que también es clave para resolver tensiones históricas y abrir nuevas oportunidades de desarrollo en el sector foresto-industrial argentino.

Mitos y realidades sobre el uso de madera resinada
 

Frank explicó que el prejuicio de que la madera resinada no sirve para el aserrado tiene sus raíces en las prácticas de extracción que se usaban en las décadas de 1970 y 1980.
En ese entonces, la resinación de pinos Elliottis en Misiones, Corrientes y Entre Ríos se realizaba con métodos altamente invasivos, como el sistema americano de pica de corteza ascendente. Se utilizaban clavos para sostener recipientes de lata, chapas incrustadas para canalizar la resina y una “pasta estimulante” compuesta por tierra negra zarandeada con ácido sulfúrico (en proporciones de hasta 70%), que manchaba y degradaba la madera.

Estas prácticas no solo deterioraban el valor de la tora, sino que también generaban serios inconvenientes a los aserraderos. “Los clavos, chapas y otros elementos metálicos dañaban las sierras y los sistemas de corte, justificando la resistencia del sector maderero a procesar madera resinada”, explicó Frank.

Sin embargo, en las últimas décadas la tecnología resinera llogró evolucionar en sus prácticas en forma significativa. Hoy en día, la bolsa recolectora ha reemplazado a los recipientes de lata, y ya no se utilizan clavos ni chapas incrustadas. Las bolsas se sujetan con alambres fácilmente removibles, dejando al árbol libre de elementos metálicos tras la cosecha.

En cuanto a las sustancias estimulantes, también se ha producido un giro importante: actualmente se utilizan pastas formuladas con etrel (una hormona), afrechillo de arroz, harina de madera, aglutinantes y apenas un 10 a 12% de ácido sulfúrico. “Esto permite conservar el color natural de la madera resinada, lo que facilita el aprovechamiento de la veta para productos con valor agregado”, detalló.

Frank sostuvo que “todos estos cambios han permitido revertir el escenario de enfrentamiento entre resineros y aserraderos, hacia una relación de cooperación que maximiza la rentabilidad forestal”. Y enfatizó: “Hoy, ambas actividades pueden convivir y complementarse perfectamente en un esquema productivo integrado”.

Fuente: Argentina Forestal