La persistente presencia de humo en Misiones, originada por los incendios en la Amazonia brasileña y boliviana, llevó a los profesionales del Hospital Ramón Madariaga a emitir una serie de recomendaciones para proteger a las personas con patologías respiratorias crónicas, como Epoc o asma. Este fenómeno, conocido como "bruma seca", está afectando a la región desde hace varios días, con efectos visibles que se extienden desde la Amazonia hasta el estado de Rio Grande do Sul, pasando por Paraguay y Misiones.

Susana Azcona, jefa del Servicio de Neumonología del nosocomio, subrayó la importancia del uso de barbijos como medida preventiva para quienes padecen estas afecciones respiratorias. Aunque hasta el momento no se registró un aumento en las consultas en el hospital debido al humo, la doctora Azcona enfatizó en la necesidad de tomar precauciones para evitar complicaciones de salud. “El humo puede producir efectos irritativos en el sistema respiratorio y desencadenar una crisis, especialmente en personas con asma crónica, Epoc o alergias acentuadas”, advirtió la especialista.

El humo generado por los incendios está compuesto por una mezcla compleja de gases y partículas finas, las cuales pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar desde irritaciones leves hasta enfermedades cardíacas y pulmonares crónicas. Las partículas finas representan la mayor amenaza para la salud, ya que son capaces de atravesar las defensas naturales del cuerpo y llegar a los alvéolos pulmonares, donde pueden provocar inflamación y empeorar condiciones preexistentes.

Grupos en mayor riesgo

Ciertas poblaciones son particularmente vulnerables a los efectos del humo. Entre ellas, se encuentran las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares, los adultos mayores, los niños y adolescentes, las personas con diabetes y las mujeres embarazadas. Para estos grupos, la exposición al humo puede desencadenar o agravar problemas de salud, como insuficiencia cardíaca, angina de pecho, asma, y enfermedades respiratorias crónicas.

Síntomas de alerta

La doctora Azcona también destacó que es crucial estar atentos a los síntomas que podrían indicar que el humo está afectando la salud. Ardor en los ojos, goteo nasal, tos, flema, sibilancias y dificultad para respirar son señales comunes de que las concentraciones de humo son peligrosas. Las personas con enfermedades cardíacas pueden presentar dolor en el pecho, palpitaciones, falta de aire o fatiga, mientras que aquellas con enfermedades pulmonares podrían notar una disminución en la capacidad de respirar profundamente, acompañada de tos y malestar en el pecho.

Recomendaciones adicionales

Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas, la recomendación es clara: buscar atención médica de inmediato. Las personas que experimenten irritación en los ojos, congestión nasal o falta de aire deben acudir al centro de salud más cercano o consultar a su médico para recibir el tratamiento adecuado. El Hospital Madariaga insta a la población a no subestimar los efectos del humo y a tomar las medidas necesarias para proteger su salud, especialmente mientras persistan las condiciones actuales en la región.

Fuente: www.elterritorio.com.ar