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"No es un juicio político, es un juicio penal": el fiscal desbarató la estrategia de la defensa en el caso Kiczka

El fiscal presentó una prueba clave: una conversación del 8 de enero en la que Sebastián Kiczka admitía explícitamente sus actos.

"No es un juicio político, es un juicio penal": el fiscal desbarató la estrategia de la defensa en el caso Kiczka

El fiscal presentó una prueba clave: una conversación del 8 de enero en la que Sebastián Kiczka admitía explícitamente sus actos.

En la apertura del juicio contra los hermanos Germán y Sebastián Kiczka, el fiscal Vladimir Glinka fue tajante al desmentir los argumentos de la defensa y confirmar que existen pruebas concretas que los vinculan con delitos gravísimos: la tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil.

Diario SOL presenció el alegato ante el tribunal, donde Glinka subrayó que el proceso judicial no responde a una persecución política ni a una operación mediática, sino a hechos concretos respaldados por pruebas. “Esto no es un juicio político. Es un juicio penal, con pruebas, hechos, víctimas y responsabilidades”, afirmó con contundencia.

El fiscal también advirtió sobre la estrategia de la defensa, a la que calificó como un intento de sugestionar al tribunal y a la opinión pública. “Desde que los Kiczka fueron detenidos, su defensa se jugó no solo en esta sala, sino también en las mentes de quienes deben juzgar. Van a intentar engañarnos”, alertó.

Las pruebas que desmienten la versión de la defensa

Según averiguaciones de este medio, las pericias realizadas en los dispositivos incautados confirmaron la presencia de material de abuso sexual infantil vinculado a los imputados. La investigación se inició tras una alerta internacional que permitió rastrear el IP desde el cual se realizaban las descargas. Los allanamientos posteriores confirmaron la existencia de archivos ilegales tanto en los equipos de Sebastián Kiczka como en los asociados al correo electrónico de Germán Kiczka.

Además del material incautado, el fiscal presentó una prueba clave: una conversación del 8 de enero en la que Sebastián Kiczka admitía explícitamente la naturaleza de sus acciones. “No sé cómo, pero siempre zafa. Y mirá que me he cogido menores, ¿eh?”, citó Glinka en la sala. “Ahí está todo: sabe que son menores, sabe que está mal, sabe que es delito. Y aun así lo hace”, sentenció.

La postura de la fiscalía

El fiscal Martín Alejandro Rau respaldó la acusación con pruebas periciales y testimonios. “No estamos ante un juicio con tinte político. Aquí hay pruebas de la comisión de delitos. Hay evidencia concreta, hay una víctima que declaró y hay contenido que no deja dudas”, afirmó.

Respecto a los videos hallados, Rau expresó su conmoción al analizarlos. “Como padre, cuando los vi… me dolió en el alma. Son hechos aberrantes”, sostuvo, reafirmando la gravedad de los cargos que pesan sobre los imputados.