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Misiones | Los bajos precios de la yerba tras la desregulación

Condicionan el pago a tareferos y crece la emigración a Brasil

Misiones | Los bajos precios de la yerba tras la desregulación

Condicionan el pago a tareferos y crece la emigración a Brasil

La producción de yerba mate en Misiones se ve afectada por la migración de trabajadores hacia Brasil y los precios bajos de venta. A pesar de un reciente acuerdo paritario que incluye aumentos salariales, la inflación y la falta de registro laboral impulsan la salida de trabajadores, lo que impacta tanto a los productores como a quienes laboran en el sector.

La producción de yerba mate en Misiones enfrenta una crisis multifacética que afecta tanto a los tareferos como a los productores. A pesar de las nuevas paritarias, la migración de trabajadores hacia Brasil, en busca de mejores oportunidades, agrava la escasez de mano de obra local. Ramón Borges, un tarefero con más de una década de experiencia, destacó: “La vida de tarefero no es fácil, pasamos lluvia, frio, calor y a veces maltrato. No ganamos bien, apenas nos alcanza para la comida”.

El arduo trabajo de los tareferos, quienes enfrentan condiciones climáticas adversas y jornadas extenuantes, no se ve compensado adecuadamente. A pesar de los aumentos en los precios por kilo cosechado, Borges explicó que se paga 50 mil pesos por mil kilos cosechados, “con 50, 100 mil pesos ya no compramos más nada en el súper” lamentó Borjas; ya que la medida tenida en cuenta por este tarefero es el poder adquisitivo en compras en el supermercado.

Muchos trabajadores ahora optan por trasladarse a Brasil, donde la paga y las condiciones laborales son más favorables. Según Borges, que también realizó la migración en otra oportunidad, en el vecino país la jornada se paga alrededor de 40 mil pesos más el almuerzo y la cena libres; mientras en la tarefa se necesitan dos días para cosechar mil kilos, que equivalen a lo ya mencionado.

Por otro lado, Marcos Debarba, productor yerbatero, argumentó que “el bajo precio de la yerba mate y un costo de producción bastante alto genera mucha desconformidad para el productor”. La falta de inversión en el cuidado de los yerbales se debe, en gran parte, al nulo margen de ganancia. Esta situación provoca una baja en la producción y una calidad inferior del producto final.

El problema se intensifica con la escasez de tareferos, quienes históricamente recibían el 10% del precio del kilo de yerba puesta en secadero. Sin embargo, en la actualidad, este porcentaje no es suficiente. “No le cierra a un tarefero trabajar a 30 pesos por kilo, pero tampoco al productor que ya vende una yerba a un precio muy bajo”, añadió Debarba, y explicó que actualmente se paga alrededor de 30% del valor de la hoja verde.

Por su parte, Carmelo Rojas, subdelegado de Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) también subrayó las dificultades que enfrentan los trabajadores rurales debido a la falta de cumplimiento por parte de algunos empleadores, quienes no respetan los valores acordados ni las condiciones de trabajo. Esta situación contribuye a que muchos trabajadores opten por migrar a Brasil. “Los trabajadores priorizan el sustento de sus familias, incluso si eso significa alejarse”, declaró Rojas.

El impacto económico es significativo, la relación entre los costos de producción y los precios de venta no permite a los productores obtener ganancias sustanciales. “Hoy por hoy, si sumamos, el productor no queda con ganancia con la yerba, apenas va cubriendo algunos costos”, afirmó Debarba, subrayando la falta de rentabilidad en la actividad yerbatera.

La calidad del cultivo también se ve afectada, la falta de fertilización y mantenimiento adecuado de los yerbales contribuye a la disminución de la producción, ya que “para que venga un tarefero y te haga un buen trabajo en un yerbal tiene que estar muy bien pago”, mencionó Debarba. La situación actual impide realizar las inversiones necesarias para mejorar las condiciones del cultivo. Además, el desfasaje entre el precio de la yerba en el mercado y el costo de producción resulta alarmante. “El kilo de yerba está a 4.000 pesos en la góndola, pero el productor apenas obtiene 100 pesos por kilo”, señaló Debarba, sugiriendo la necesidad de que el gobierno intervenga para regular esta disparidad.

El futuro de la industria yerbatera pende de un hilo, ya que los productores están atrapados en un ciclo de precios bajos y altos costos. “El productor está en esta situación, vende porque necesita vender, pero el poco dinero que recibe apenas cubre las limpiezas anuales”, explicó Debarba.

La migración de tareferos a Brasil, donde las condiciones laborales son comparativamente mejores, representa un desafío adicional para la industria yerbatera en Misiones. Esto se debe a que sin tareferos suficientes, el proceso de cosecha se vuelve insostenible, afectando aún más a los productores locales.

Sigue bajando el precio de la hoja verde

Como viene sucediendo desde la desregulación de Instituto de la Yerba Mate (INYM), el precio de la hoja verde sigue cayendo, dejando a los productores y trabajadores rurales en una situación precaria. Dependiendo la zona, el precio de hoja verde puede ser pagado de entre 200 a 280 pesos el kilogramo puesto en secadero. Descontando el servicio y los deberes gremiales al productor le queda entre 80 a 100 pesos. Por si no fuera poco, son pagados en cheques de 30 a 120 días de plazo. “El productor no cobra en efectivo sino que tiene que esperar 30, 60, 90, 120 días en cheque” detalló Debarba.

Cuando se habla de invertir en la calidad de los yerbales, o pensar en expandirlos nuevamente cae la ficha, todo tiene mayor valor que el kilogramo de yerba. “Si tienes que comprar un plantín hoy no baja de 300 o 400 pesos un plantín de yerba, en una hectárea entran casi 3.000 plantines y un kilo de yerba no te da ni un plantín. Se necesitan 2 o 3 kilos de yerba” explicó Debarba.

Por otro lado, no dejan de existir las informalidades, en las cuales terminan refugiándose aquellos productores que no cuentan con los recursos para formalizarse y cubrir todos los gastos de traslado y personal. En la tierra sin mal, los “capataces” como son llamadas las personas contratistas, que cuentan con cuadrillas de tareferos, son un modo de ubicar la cosecha.

El sistema es simple, el capataz se encarga de llevar a la cuadrilla a los yerbales, cosechar y trasladar al secadero. El pequeño productor elige este servicio para minimizar esfuerzos y gastos. Con este tipo de servicio, denominado cosecha en planta, el productor percibe entre 85 y 90 pesos el kilogramo.

“Es un esfuerzo por mejorar las condiciones, pero sabemos que sigue siendo insuficiente” afirmó Rojas.

Las nuevas paritarias para los trabajadores de la yerba mate, cuentan con un incremento del 1,5% mensual más un bono no remunerativo de 9.000 pesos. Sin embargo, la situación sigue siendo difícil para muchos trabajadores que optan por migrar a Brasil en busca de mejores sueldos. Carmelo Rojas, subdelegado de UATRE en Misiones, expresó su preocupación por los bajos niveles salariales y las condiciones laborales que fuerzan a los tareferos a buscar oportunidades fuera del país.

Hace dos semanas, se llegó a un acuerdo paritario para los trabajadores de la yerba mate. Según Rojas se acordó un aumento del 1,5% mensual a partir de julio, acompañado de un bono no remunerativo de 9.000 pesos, que se volverá acumulativo y remunerativo al finalizar cada mes hasta septiembre. “Es un esfuerzo por mejorar las condiciones, pero sabemos que sigue siendo insuficiente”, mencionó Rojas. Además, se incluyó un 6% de presentismo y un 1% adicional por cada año de antigüedad.

Para los trabajadores con formación secundaria y terciaria, se han establecido incentivos adicionales que varían entre 10.480 y 14.835 pesos en agosto, aumentando ligeramente en septiembre. No obstante, Rojas destacó que estos beneficios solo aplican a los trabajadores registrados, lo que deja a muchos fuera del alcance de estas mejoras. “El problema principal es cuando el trabajador no está registrado, lo que significa que no recibe estos beneficios”, explicó.

La inflación persistente, que supera el 1% mensual, ha erosionado el poder adquisitivo de los trabajadores, complicando aún más las negociaciones paritarias. “El techo paritario del 1% mensual impuesto por el Gobierno Nacional nos ata las manos”, lamentó Rojas, resaltando que las condiciones actuales no permiten acuerdos retroactivos, lo que agrava la situación de los trabajadores.

Finalmente, Rojas hizo un llamado a la acción, instando a revisar las medidas que afectan a las economías regionales y a los trabajadores del sector primario. “Necesitamos regulaciones que protejan a nuestros trabajadores y promuevan un desarrollo más justo”, concluyó. A pesar de los esfuerzos por mejorar las condiciones laborales, el éxodo de trabajadores hacia Brasil refleja una problemática estructural que exige atención inmediata.

 

Fuente: https://agromisiones.com.ar