
La deriva de la crisis en Venezuela marca un punto de no retorno para la izquierda de América Latina
El conflicto interno venezolano, reactivado con la validación por parte del...
El conflicto interno venezolano, reactivado con la validación por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) del triunfo de Nicolás Maduro en unas elecciones de resultado hasta ahora fehacientemente incomprobable, impacta de distinta manera en el corazón de la izquierda regional. Antes del 28 de julio, distintos partidos y fuerzas latinoamericanas se repartían entre la defensa cerrada del Palacio de Miraflores, por considerar a ese país una "plaza sitiada" por Estados Unidos, un pudoroso vínculo sentimental con la figura de Hugo Chávez, y aquellos que han sido críticos sistemáticos de todos sus usos y abusos. Lo que ha sucedido estas últimas semanas posteriores a los comicios, con su secuela de violencia estatal y escamoteo de informaciones, supone un punto de no retorno para las tres tendencias. El madurismo latinoamericano se aferra como una religión a los sermones del "presidente obrero", aquellos que mantenían una debilitada relación afectiva con la experiencia iniciada en 1999 empiezan a hacer un duelo manifiesto y quienes expresaban un desapego profundo han encontrado razones para hablar con mayor vehemencia.