La cebolla que no hace llorar:

Avance argentino que busca conquistar las góndolas del mundo

Durante más de una década, un equipo del INTA La Consulta, en Mendoza, trabajó con el objetivo de crear una cebolla que conserve sabor, textura y rendimiento, pero que no provoque el característico ardor al cortarla. El resultado de ese proceso es Tonada INTA cebolla, una innovación pensada para el consumo en fresco y con fuerte proyección exportadora.

Esta nueva variedad, ya inscripta en el Instituto Nacional de Semillas (INASE), fue desarrollada mediante mejoramiento convencional, combinando materiales torrentinos típicos de la región cuyana con el cultivar Navideña INTA. 

A lo largo de 14 años de selección recurrente y ensayos a campo, los investigadores lograron estabilizar un perfil agronómico y comercial altamente competitivo.

Claudio Galmarini, responsable del programa de mejoramiento genético del organismo técnico explicó que “Tonada INTA nació para cubrir un nicho muy específico: el de quienes consumen cebolla cruda y buscan una experiencia más suave, sin resignar sabor ni textura”.

La nueva cebolla presenta bulbos esféricos de color bronceado, pulpa blanca, bajo contenido de sólidos solubles y, sobre todo, baja pungencia, lo que se traduce en menor irritación al contacto con los ojos y al consumo. 

Además, ofrece un rendimiento superior al de otras variedades de consumo fresco y una vida útil poscosecha más prolongada, clave para su comercialización.

Pensada para nuevos mercados

Las primeras evaluaciones agronómicas se realizaron en Mendoza, San Juan, Buenos Aires y Río Negro. En todas las regiones, Tonada INTA cebolla mostró una buena adaptación y comportamiento estable.

Su ciclo, que permite cosechar entre diciembre y principios de enero, abre una ventana estratégica para posicionarla como producto de alta calidad en mercados internos y externos.

Según Héctor Fuligna, especialista del INTA La Consulta, se estima un potencial inmediato de al menos 1.500 hectáreas de implantación. “Esta cebolla puede ocupar el lugar de las variedades torrentinas que se cosechan a fin de año. Y tiene gran potencial para llegar a Chile y Uruguay, donde hay demanda de cebollas suaves”, detalló.

En la Argentina se producen cerca de 700.000 toneladas anuales de cebolla en unas 16.000 hectáreas, lo que posiciona al país como uno de los mayores exportadores de cebolla fresca y deshidratada de América Latina. 

Tonada INTA cebolla irrumpe en ese escenario con una propuesta diferencial: calidad visual, bajo ardor, buena conservación y alto rendimiento.

Desde el INTA se convocó a semilleros a establecer convenios de vinculación tecnológica para la multiplicación y evaluación comercial del nuevo cultivar. Las condiciones para avanzar en su escalamiento ya están dadas, y los primeros interesados comienzan a aparecer.

Argentina ya cuenta con variedades desarrolladas por el INTA como Cobriza, Antártica, Navideña o Valcatorce. Pero Tonada INTA cebolla representa una nueva generación, más pensada en las necesidades del consumidor, más enfocada en la experiencia sensorial, y con una clara vocación exportadora.

Las pruebas de campo confirman que la nueva variedad resiste el traslado, mantiene forma y color, conserva sus propiedades durante más tiempo y ofrece rendimiento competitivo. Su bajo contenido de compuestos sulfurosos la hace ideal para consumo directo, sin alterar la digestibilidad ni provocar molestias.