
Javier Milei y el arte de demoler las relaciones entre países con un estilo naturalizado en Argentina
Javier Milei en estado puro, con un vozarrón impostado que imita a un cantante de rock, sus ademanes y su conocida preferencia por el dato falso, acaba de provocar una cues...
Javier Milei en estado puro, con un vozarrón impostado que imita a un cantante de rock, sus ademanes y su conocida preferencia por el dato falso, acaba de provocar una cuestión entre Estados. España es ahora el blanco, como lo fueron antes México, Colombia o, durante su campaña electoral China y Brasil, tachados de "comunistas". Aquello que en menos de un año se ha convertido en costumbre de la perplejidad en Argentina tiene su primer capítulo en otra ciudad del mundo, esta vez con consecuencias diplomáticas. Hablar en un foro empresarial como en Davos, cuando dijo que Occidente estaba en peligro y él podía salvarlo, no es lo mismo que en una cita de la ultraderecha global en Madrid. Mieli no solo puso su garganta al servicio de Santiago Abascal. Se mimetizó con su lenguaje a sabiendas de que se trataba de un mandatario de otro país. Fue directamente a buscar el escándalo, al punto de hablar de los 150 millones de muertos que han provocado, según sus cálculos, ya no los comunistas, a los que suele ver en todos lados, fruto de su propia distorsión óptica en tiempos de post Guerra Fría, sino al socialismo. Le faltó decir, "español".