
Gaza, medio año de destrucción
La erosión de la imagen internacional de Israel al cumplirse medio año del ataque terrorista de Hamás y los síntomas de desestabilización en Oriente Próximo son las do...
La erosión de la imagen internacional de Israel al cumplirse medio año del ataque terrorista de Hamás y los síntomas de desestabilización en Oriente Próximo son las dos consecuencias inmediatas de la estrategia de tierra quemada aplicada en la franja de Gaza por el primer ministro Binyamin Netanyahu. Del aval de Estados Unidos y demás potencias occidentales al derecho de Israel a defenderse tras la masacre cometida por Hamás se ha pasado a una presión cada vez mayor para que cese la matanza de la población civil palestina, fluya la ayuda humanitaria y se den las condiciones para que Hamás libere a los rehenes en su poder y Netanyahu excarcele a palestinos en su poder. El cálculo de riesgos de una extensión de la crisis a toda la región a causa del ubicuo papel de Irán en el conflicto ha dejado de ser teórico. Se ha pasado a los ataques de Hizbulá, la subsiguiente respuesta israelí en forma de bombardeos contra objetivos en el Líbano, las operaciones en torno a Yemen y contra Siria y, como resultado final, una implicación cada vez más efectiva de Irán en la crisis.