
En los últimos 100 meses, los salarios de los trabajadores formales cayeron 19,7%
La baja, expresada en términos reales, surge como resultado de años de alta inflación
Mediante datos relevados por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), se confirma que, pese a cierta recuperación reciente, el salario real de los argentinos acumula un marcado deterioro en los últimos 100 meses.
El informe revela que, entre diciembre de 2016 y abril de 2024, los ingresos de los asalariados registrados retrocedieron un 19,7% en términos reales. La caída fue más severa en el sector público, con un 33,2%, mientras que los trabajadores informales registraron una baja del 24%.
Agustín Salvia, economista y director del Observatorio, explicó que el principal factor detrás de esta merma es la persistente inflación y el rezago en los ajustes salariales, que se calculan sobre índices de precios pasados, quedando siempre por detrás de la suba real de precios. También señaló que el sector público sufrió más por las restricciones del ajuste fiscal, mientras que en el privado formal las paritarias permitieron una recuperación parcial, aunque frágil.
En el caso del trabajo no registrado, la aparente mejora se atribuye, en parte, a cambios metodológicos en la Encuesta Permanente de Hogares que captaron mejor la realidad del sector, y no exclusivamente a un repunte económico.
Especialistas como José Vargas y Daniel Garro coinciden en que el deterioro del poder adquisitivo se explica por la combinación de inflación sostenida y baja productividad laboral. Este escenario limita la capacidad de las empresas para otorgar aumentos que acompañen la suba de precios, configurando un círculo vicioso difícil de romper.
Raúl Mercau, economista, destacó que la pérdida salarial implica una menor participación del trabajo en el Producto Bruto Interno, beneficiando al capital y afectando el consumo interno. También subrayó que los sectores intensivos en mano de obra —como comercio, industria y minería—, que concentran casi la mitad del empleo registrado, son los que menos han logrado recomponer sus ingresos.
Los especialistas coinciden en que la recuperación del salario real dependerá de una reducción sostenida de la inflación y de mejoras en la productividad, acompañadas por un crecimiento de la actividad económica y el empleo formal. Sin ese escenario, el poder adquisitivo continuará condicionado, afectando el consumo y el dinamismo de la economía nacional.