
Día mundial contra el cáncer: Amanda Spengler, una referente de la lucha y superación
Amanda logró vencer a la enfermedad tras un largo tratamiento que culminó en septiembre de 2016.
En 2015, la vida de Amanda Spengler (75), cambió para siempre. Una simple consulta médica por precaución derivó en un diagnóstico que nadie quiere escuchar: cáncer de mama. Pero lo que parecía el inicio de un camino incierto, terminó siendo una historia de valentía, amor y superación.
Amanda notó una malformación en su pecho y decidió adelantar su turno con la ginecóloga, viajando sola hasta Oberá. Allí, tras realizarse estudios, recibió la confirmación del diagnóstico. De un momento a otro, sus proyectos y sueños, como un viaje en crucero y su taller de cocina infantil, quedaron en suspenso.
El 24 de noviembre de 2015 fue intervenida quirúrgicamente, y aunque la operación fue exitosa, el proceso de recuperación estuvo marcado por la quimioterapia, la radioterapia y momentos de incertidumbre. "El camino fue largo y parecía eterno, pero siempre me repetían la palabra ‘cuidate’, y me aferré a eso", contó Amanda.
Entre tratamientos y noches de insomnio, una charla con su nieta se convirtió en el motor de su lucha. "Una noche me preguntó si tenía cáncer y, por primera vez, le dije que sí. Después me preguntó si me iba a morir, y le respondí que no. Desde ese momento, esa promesa me dio la fuerza para no rendirme".
Durante las sesiones de quimioterapia, Amanda conoció a muchas personas en situaciones difíciles. "Vi a gente sola, sin recursos y en condiciones muy complicadas. Ahí entendí que, aunque tenía cáncer, no estaba enferma: tenía el apoyo de mi familia y la posibilidad de acceder a los tratamientos".
El 3 de septiembre de 2016, Amanda recibió la mejor noticia: estaba libre de cáncer. "Cuando volví a casa, mis nietas festejaron revoleando mi sombrero al aire. Esos sombreros y pañuelos todavía están, como recuerdo de una batalla que logré ganar".
Hoy, con el respaldo de los médicos y el cariño de su familia, Amanda disfruta de cocinar, escribir y compartir tiempo con sus seres queridos. Su historia, marcada por la fortaleza y el amor, es un ejemplo de lucha y esperanza para toda la comunidad.
Amanda relató toda su experiencia en el libro "No estoy enferma, tengo cáncer".