
Daniel Noboa: comer y asaltar embajadas
Lejos quedan los tiempos en que una embajada era un lugar sagrado e inviolable. Ya no lo son ni siquiera las iglesias, donde si uno se descuida le roban la cartera mientras ...
Lejos quedan los tiempos en que una embajada era un lugar sagrado e inviolable. Ya no lo son ni siquiera las iglesias, donde si uno se descuida le roban la cartera mientras se halla de rodillas alabando al Señor. En una embajada, igual le cae a uno un misil disparado por Israel, que entran las fuerzas de seguridad ecuatorianas para llevárselo, como le sucedió al exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas en la delegación mexicana en Quito. No contaba Glas con que Daniel Noboa no sabe gran cosa de inmunidades diplomáticas, y si lo sabe, hace como que no lo sabe. La cosa no gustó mucho en México, país que rompió relaciones diplomáticas con Ecuador y donde Noboa ya ha sido denunciado ante la Fiscalía General. Ha tenido suerte: por incidentes como ese, antaño se declaraban guerras. Por fortuna, tal como está el mundo Ucrania, Gaza... nadie hubiera prestado atención a un conflicto en una región tan remota, así que mejor dejarlo para otra ocasión y limitarnos a una denuncia que, de todas formas, no llevará a ningún lado. La respuesta de Noboa fue invitar a su homólogo mexicano, López Obrador, «a comer ceviche o tacos y conversar».