
Crisis en el sector forestoindustrial:
“Sin condiciones logísticas e impositivas es muy difícil competir”
La industria nacional acumula ocho meses consecutivos con la utilización de su capacidad instalada por debajo del 60%. En diálogo con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7, Enrique Bongers, expresidente de la Asociación Maderera, Aserradero y Afines del Alto Paraná (Amayadap), analizó la crisis que golpea al sector forestoindustrial y marcó los principales desafíos.
“Se está utilizando menos del 60% de la capacidad instalada de las industrias, lo que no es ajeno a lo que nos sucede dentro del sector forestoindustrial”, señaló Bongers, al tiempo que subrayó la fuerte caída de ventas en el mercado interno y las dificultades para competir en el comercio exterior.
Uno de los principales problemas es el costo de la logística. “Mandar un contenedor de madera desde Misiones a Buenos Aires cuesta entre 60 y 70 dólares por metro cúbico, cuando Brasil está en 30 y Chile en 25. Nosotros competimos contra eso”, advirtió.
El referente maderero explicó que iniciativas como la reactivación del Puerto de Eldorado podrían significar un alivio: “Eso permitiría bajar entre 800 y 1000 dólares por contenedor, una solución logística clave para exportar a mercados como China”.
A los problemas de competitividad se suma la falta de incentivos impositivos. Bongers alertó sobre el impacto de la devolución del IVA a exportadores: “Hoy el punto de equilibrio es exportar entre un 20% y 30% de la producción. Si superamos eso, acumulamos créditos fiscales que no podemos recuperar, lo que genera pérdidas”.
Respecto a las perspectivas, el dirigente fue cauto: “Por lo que se ve, esto va a seguir así hasta fin de año. Pensamos que con los aranceles aplicados a Brasil iba a mejorar, pero todavía no hay señales de recuperación en la demanda internacional”.
Finalmente, Bongers remarcó el esfuerzo de las empresas locales por sostener el empleo: “El empresario forestoindustrial es resiliente. Sabemos que parar es lo peor, por eso tratamos de mantener la producción y priorizar la mano de obra, aunque debamos reducir horas o aplicar suspensiones puntuales”.