Casi la mitad de los argentinos redujo su gasto en alimentos en el último año
Un informe regional advierte que el 30% de los consumidores en el país tiene dificultades para cubrir necesidades básicas
Diario SOL | La crisis económica continúa impactando de lleno en los hogares argentinos. Según el informe Consumer Pulse Latam 2025, elaborado por la consultora internacional Bain & Company, el 48% de los argentinos afirmó haber reducido sus gastos en alimentos en el último año, reflejando un ajuste profundo en el consumo cotidiano, impulsado por la inflación y la pérdida sostenida del poder adquisitivo.
El estudio, que relevó hábitos de consumo en cinco países de América Latina —Argentina, México, Colombia, Perú y Chile—, ubicó al país como el más afectado de la región en cuanto a dificultades para cubrir necesidades básicas: el 30% de los encuestados en Argentina admitió no poder satisfacerlas, frente a un promedio regional del 22%. Apenas un 9% de los argentinos aseguró poder ahorrar sin necesidad de modificar sus hábitos.
Mediante las fuentes consultadas, el informe revela que la tendencia de ajuste no se limita al rubro alimenticio. El 39% de los argentinos recortó sus gastos en indumentaria y accesorios, el 32% disminuyó sus salidas a restaurantes y cafeterías, y un 28% bajó su gasto en servicios de entrega a domicilio. Le siguen recortes en cuidado personal (22%), consumo de alcohol (21%), transporte (20%), electricidad (19%), entretenimiento y suscripciones (17%) y productos de belleza (13%).
El patrón de consumo defensivo se presenta de forma transversal, afectando tanto bienes como servicios, y reflejando una estrategia de adaptación frente a un contexto de ingresos reales en retroceso.
En el plano regional, el 90% de los consumidores latinoamericanos percibió aumentos de precios durante el último año, lo que representa un salto de siete puntos respecto al 83% registrado en 2024. Ante este escenario, el 67% adoptó algún mecanismo de ajuste, y otro 16% proyecta hacerlo próximamente.
Entre las principales acciones tomadas para sobrellevar la situación, se destacan la migración hacia marcas más económicas, la compra en menor volumen y la realización de tareas por cuenta propia en reemplazo de servicios contratados.
El informe concluye que, si bien la preocupación por el costo de vida es global, América Latina —y particularmente Argentina— muestra un 33% más de inquietud por el bienestar financiero y la estabilidad laboral en comparación con Estados Unidos y Europa.
