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Bochorno en la Asamblea de Bomberos de 25 de Mayo: discusiones, exclusiones y cuarto intermedio forzado

La chispa se encendió cuando Staudt propuso, de manera unilateral, a dos personas para firmar el acta del encuentro.

Bochorno en la Asamblea de Bomberos de 25 de Mayo: discusiones, exclusiones y cuarto intermedio forzado

La chispa se encendió cuando Staudt propuso, de manera unilateral, a dos personas para firmar el acta del encuentro.

25 de Mayo, Misiones — Lo que debía ser una jornada democrática y transparente en la vida institucional de los Bomberos Voluntarios de 25 de Mayo terminó envuelta en tensión, acusaciones cruzadas y un escándalo que dejó a la comunidad entre la preocupación y la vergüenza. La esperada Asamblea General Ordinaria de la Asociación Civil pasó a un cuarto intermedio en medio de discusiones subidas de tono, dudas sobre la legitimidad de los procedimientos y un claro enfrentamiento entre el actual presidente, Ricardo Staudt, y los socios presentes.

Desde el inicio, el clima fue tirante. La chispa se encendió cuando Staudt propuso, de manera unilateral, a dos personas para firmar el acta del encuentro. Sin embargo, cuando los socios intentaron ejercer su derecho proponiendo a otros dos asambleístas, el presidente se negó rotundamente, argumentando que no estaban habilitados por no tener sus cuotas al día.

El rechazo no cayó bien. Muchos de los presentes recordaron que el pago de las cuotas estaba contemplado en un convenio gestionado a través de la CAUL (Cooperativa Alto Uruguay Ltda), deslizando que las supuestas deudas eran, como mínimo, dudosas. A pesar de los señalamientos, Staudt insistió con que tenía el aval de un documento de Personería Jurídica que le permitía actuar de esa manera. Lo que debía ser un debate reglamentario se transformó en una clara muestra de arbitrariedad que elevó la tensión en la sala.

Un cuarto intermedio con sabor a maniobra

Con los ánimos cada vez más caldeados y varias voces reclamando claridad, participación real y rendición de cuentas, parte de la comisión directiva —visiblemente incómoda— propuso pasar la Asamblea a un cuarto intermedio. El motivo declarado: dar tiempo a los socios para “regularizar” sus cuotas. Pero la decisión fue percibida por muchos como una maniobra para dilatar lo inevitable y, sobre todo, condicionar quiénes tendrán voz y voto en la próxima sesión.

La nueva fecha quedó establecida para el 9 de mayo, aunque con una restricción que alimenta aún más las sospechas: solo podrán participar quienes hayan estado presentes en esta polémica jornada. De ese grupo —reducido y posiblemente depurado— saldrá la nueva Comisión Directiva de la Asociación de Bomberos Voluntarios de 25 de Mayo.

¿Crisis institucional o golpe blando?

Lo ocurrido deja expuesto algo más profundo que una discusión técnica sobre cuotas: la evidente fractura interna en una entidad que debería ser ejemplo de compromiso, transparencia y servicio comunitario. En un contexto donde los Bomberos Voluntarios gozan de la admiración y el respeto del pueblo por su labor silenciosa y heroica, los manejos institucionales opacos generan indignación, y con razón.

Mientras la comunidad espera explicaciones claras y decisiones democráticas, la Asociación arrastra un bochorno que opaca su prestigio. El 9 de mayo no será una simple continuación de una asamblea. Será una prueba de fuego para recuperar la legitimidad o hundirse aún más en una crisis de representación que nadie desea, pero que algunos —a juzgar por los hechos— parecen alimentar.

Fuente: El Territorio