Alarma en la forestoindustria: PyMEs se endeudan para pagar sueldos

Sector Maderero en Crisis en Misiones

La situación de las pequeñas y medianas empresas del sector forestoindustrial en la región es crítica. Múltiples firmas se ven obligadas a recurrir al endeudamiento financiero con tasas elevadas para poder afrontar el pago de salarios y gastos operativos básicos.

Mercedes Omeñuka, presidenta de la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA), advirtió que muchas empresas se sostienen únicamente mediante créditos bancarios, en un contexto de fuerte retracción del mercado interno, costos crecientes en dólares y un tipo de cambio que no favorece a los exportadores. “Nos estamos endeudando para poder sostenernos, sabiendo que hoy tomar un préstamo es difícil, las tasas de interés están altísimas”, afirmó.

Los plazos de cobro que se extienden hasta los 90 o incluso 120 días empujan a las empresas a recurrir al descuento de cheques, una práctica que, aunque ofrece liquidez inmediata, tiene un alto costo financiero. “Tomás un préstamo, solucionás el problema inmediato, pero después, si tu rentabilidad no mejora, ¿cómo hacés para cancelarlo?”, cuestionó Omeñuka.

Desde FAIMA señalan que los costos de producción, que incluyen mano de obra, materia prima y energía, se han vuelto insostenibles. La falta de competitividad deja a las PyMEs atrapadas entre la necesidad urgente de financiamiento y la imposibilidad de sostener la actividad a mediano plazo.

El panorama se complejiza aún más por la paralización de la obra pública y la competencia externa, principalmente con muebles importados desde Brasil a precios notoriamente más bajos. Las empresas de menor escala, que no tienen margen para exportar ni para competir con productos del exterior, son las más afectadas.

En la región, al menos cuatro empresas enfrentan situaciones críticas. Dos de ellas, radicadas en Santo Tomé, ya iniciaron procedimientos preventivos de crisis. En Misiones, otra empresa con unos 40 trabajadores también atraviesa serias dificultades, aunque aún no formalizó el trámite.

El procedimiento preventivo de crisis, previsto en la legislación laboral argentina, es una herramienta que permite negociar alternativas para evitar despidos masivos. Sin embargo, para Omeñuka, la viabilidad de este mecanismo está condicionada a un cambio concreto en el panorama económico. “Si no hay mejoras reales, lo que sigue es el cierre”, advirtió.

El Gobierno nacional dispuso medidas como la reducción de aranceles para importar maquinaria, pero desde el sector advierten que son insuficientes si no se reactiva el consumo interno. “Comprás la máquina, pero si después no tenés dónde ubicar tu producto, ¿qué hacés?”, sintetizó Omeñuka.

Mientras tanto, solo un pequeño grupo de empresas, aquellas orientadas al segmento premium, logra sostenerse gracias a un nicho de alto poder adquisitivo. Para el resto, la incertidumbre es total.